Un banner de cookies es lo que los visitantes ven en el sitio web de tu CMP. Es una herramienta sencilla que informa a los visitantes del sitio web sobre el uso de cookies y les pide que las acepten. Suele ser una simple ventana emergente o banner que aparece durante la primera visita al sitio web. La ventana emergente o banner suele indicar qué cookies utiliza el sitio web y su función. También te pregunta si quieres aceptar o rechazar las cookies. Todas las elecciones realizadas en el banner, los scripts bloqueados por el banner de cookies y la visualización del banner de cookies están controlados por el CMP. Así que un banner de cookies es en realidad la parte frontal de tu CMP.
Un CMP es mucho más sofisticado. Un CMP es el sistema "invisible" que registra, procesa y recuerda el consentimiento de un visitante. Además, también ayuda a los sitios web a cumplir las leyes de privacidad. Así que tu CMP es técnicamente el backend del banner de cookies.
El consentimiento de cookies es el permiso que dan los visitantes de un sitio web para que se coloquen cookies en su dispositivo. Según la legislación sobre privacidad (AVG/GDPR), los sitios web deben solicitar un consentimiento explícito antes de colocar cookies no esenciales que recopilen datos del usuario. Este consentimiento debe ser voluntario, específico, informado e inequívoco. Los visitantes deben poder elegir qué tipos de cookies aceptan (por ejemplo, cookies analíticas o de marketing) y esta elección debe respetarse y registrarse. La gestión de estos consentimientos se realiza a través de un banner de cookies.
Una Plataforma de Gestión del Consentimiento (PMC) elimina el trabajo pesado de gestionar el consentimiento de los usuarios. La mayor ventaja es que no tienes que programarla tú mismo. La CMP gestiona automáticamente la visualización de banners, el almacenamiento de permisos y el bloqueo de scripts hasta que se da el consentimiento. Sin un CMP, tendrías que codificar todo esto manualmente; una tarea compleja y que requiere mucho tiempo. Además, un CMP proporciona paneles de control fáciles de usar para personalizar el texto y el diseño de los banners, y genera pruebas de cumplimiento para posibles auditorías. Por último, las actualizaciones de las leyes de privacidad suelen procesarse automáticamente, lo que significa que siempre estarás al día sin modificaciones técnicas.
¿Legalmente? Por supuesto. Si utilizas cookies no esenciales, tienes que pedir permiso. Los organismos de control de la privacidad son cada vez más activos cazadores de cookies, con multas que podrían pulverizar el presupuesto de tu sitio web. Por supuesto, puedes apostar y esperar que se salten tu pequeño rincón de Internet, pero ¿merece la pena esa apuesta por una multa potencial del 10% de tu facturación anual?
Al elegir una Plataforma de Gestión del Consentimiento, debes prestar atención a varios factores. En primer lugar, fíjate en tus necesidades específicas: un sitio web sencillo tiene requisitos diferentes a los de una gran plataforma de comercio electrónico. A continuación, evalúa la usabilidad, tanto para ti como administrador como para tus visitantes. Comprueba si la plataforma se integra con tus herramientas actuales, como Google Tag Manager. La estructura de precios también es importante: algunas plataformas cobran por visitante, otras utilizan una tarifa mensual fija. Además, presta atención a las funciones de cumplimiento: ¿ofrece el CMP actualizaciones automáticas cuando cambian las leyes?
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